Las tres acciones, involucran un estado mental y espiritual de paz interior.
Respirar trabaja con la capacidad pulmonar, oxigenación de tu cerebro y de tu cuerpo logrando estabilizar la presión y la energía del mismo.
Si quieres ir a algo más profundo, meditar en la mañana y en la noche de 5 a 10 minutos, te hará sentir el efecto de la respiración, y un mayor enfoque si lo haces con meditaciones guiadas.
La contemplación, desde el punto de vista religioso, implica las dos anteriores con o sin una guía, manteniendo la mirada en paz en un punto fijo, y abstraerte a un nivel de conexión con Dios.
No hay excusa para no iniciar este hábito de acuerdo a tus necesidades!
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