Contemplar el movimiento
Observar las olas del mar yendo y viniendo, la flama de una vela en movimiento, hojas de árboles con el aire, las nubes o tu propia respiración; es en si nutriente para la paz interior.
Asi es la vida, nos movemos de manera rítmica.
Aprovecha ese movimiento para observarlo y enfocar la mente; y si te distraen pensamientos regresa a observarlo. Te dará paz y vivirás en el aquí y el ahora.
Si te visualizas como una oruga, que avanza, se repliega y da el siguiente paso, veras que aunque a veces parece que nos detenemos, en realidad todas las experiencias de vida buscan llevarnos hacia adelante, y cada alto en el camino es para tomar energía y continuar.
Cuando entendemos que la vida es naturalmente un movimiento constante, y lo visualizamos hacia adelante, crecemos aunque parezca todo lo contrario.
